La luz como herramienta de diseño

A menudo digo que trabajo con la luz disponible, pero eso no significa solo luz natural.

Para mí, un reportaje completo debe capturar las dos caras de la arquitectura:

  1. El Volumen (Día): Busco la hora exacta donde el sol dibuja las formas y texturas. Ahí el edificio "habla" con la naturaleza.

  2. La Atmósfera (Noche/Atardecer): Cuando el sol baja, empieza el espectáculo del diseño de iluminación.

Los arquitectos e interioristas dedican horas a proyectar dónde va cada punto de luz, qué temperatura de color usar y qué ambiente crear. Mi trabajo no es eclipsar ese diseño con flashes externos, sino capturarlo fielmente.

Por eso mis sesiones se alargan hasta la "hora azul" y la noche. Es el momento de mostrar cómo la iluminación artificial diseñada para el proyecto transforma el espacio, lo hace acogedor o resalta detalles que de día pasaban desapercibidos.

Respetar la obra es documentar tanto la luz que entra por la ventana como la que nace de la lámpara que elegiste con tanto cuidado.

💬 ¿Eres de los que prefiere la estética diurna o la magia nocturna en los proyectos?

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Niemeyer. Hormigón, luz y sombra.